Desde el momento en que el fixture del Regional tomó estado público, Aguará Guazú supo que le tocaría bailar con la más fea. Al menos, una de las dos peores: Cardenales, copropietario del título regional junto a Huirapuca.
Era la incógnita del día el funcionamiento del 15 de Aguilares en su debut histórico en la máxima categoría. Al final, no hubo sorpresas en Barrio Sarmiento. El dueño de casa le dio una demoledora bienvenida al nuevo de la clase: 78 a 3.
El marcador habla a las claras de lo poco que pudo hacer Aguará frente a la experiencia y peso del “purpurado”, pero calla acerca de la actitud y el entusiasmo que puso para jugar. Sensaciones que contagiaron a la gran cantidad de seguidores que lo acompañó al reducto del campeón.
Apenas sonó el silbato del árbitro, el local comenzó a marcar las diferencias. La premisa era abrir el juego, tomando marcas y luego sacando la pelota, en uso de todo el ancho de la cancha. Eso le dio la posibilidad de sumar rápidamente tries y conversiones: en 10 minutos ya ganaba 19 a 0.
Los espacios que dejó su rival en su afán de marcar fueron bien aprovechados, y también se vio una clara superioridad en el uno a uno. Ello le rindió dividendos que se reflejaron en el parcial: 38-0.
El segundo tiempo fue más de lo mismo, con Cardenales aumentando sus cifras y Aguará conociendo el rigor del ascenso. El “zorro” pudo darse al menos el gusto de pegar una vez, con un drop de Rodrigo González. Ahora debe prepararse, porque el próximo duelo también es picante: Tucumán Rugby.